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¡Nos vamos de excursión!
¡Qué alegría, qué alborozo, el día que teníamos excursión en el cole! Aquello era todo un evento: no dábamos clase, nos juntábamos varios cursos, viajábamos en autobús de los grandes, podíamos hablar y reírnos con los compañeros, comíamos al aire libre, no aparecíamos por casa en casi todo el día… ¡Vamos! Que prácticamente el lugar de la excursión era lo de menos, porque el gran aliciente era pasar un día fuera de toda rutina, un día extraordinario.
Desde que tengo memoria, las excursiones escolares han sido parte esencial de todos los programas curriculares, independientemente de los diversos planes de estudio que han pasado por España (¡A Dios gracias!). Y es que las excursiones, independientemente del lugar de visita, no solo son un día sin clase ordinaria. Algunos padres se muestran reacios a enviar a sus hijos a las excursiones escolares por creer que tan solo se trata de pasar un día libre, sin clase ni obligaciones, fuera de la disciplina del aula. Nada más lejos. Las salidas escolares o excursiones son de las actividades más educativas y reveladoras que un estudiante de cualquier edad puede experimentar.
Por un lado, debe demostrar cierto grado de obediencia, civismo y educación fuera de los muros del colegio hacia los profesores o tutores, sus compañeros y las diferentes figuras de autoridad que vayan a conocer durante la salida. Además, deben ser responsables de sus pertenencias y poner mucha más atención a su entorno, por ser desconocido. Por otro lado, todos los lugares de visita, sean o no al aire libre, llevan implícitas una serie de enseñanzas que no serían completas únicamente desde el aula: bosques, granjas, museos, teatros, fábricas, barrios… No hay que olvidar que los estudiantes aprenden a sociabilizarse con sus compañeros fuera de su entorno habitual e interactúan en situaciones y lugares reales de la vida cotidiana. Por último, el hecho de desvincularse por uno o varios días de la rutina (desconectar pero sin dejar de aprender), favorece el desarrollo de otras maneras de aprendizaje, de relación, colaboración y solución de problemas. En definitiva, durante las excursiones somos capaces de aplicar en la vida real todo lo que hemos aprendido en teoría en casa y en el aula, pudiendo comprobar en in situ y en primera persona su utilidad, eficacia o deficiencia.
Prepara una salida como las de antes
¿Sabes ya lo que toca, verdad? ¡Pues claro! Prepara una excursión con tus amigos o familia y pasa un día libre lejos de tu entorno cotidiano. Es lo más fácil y saludable del mundo. No tienes más que elegir el día que mejor venga a todo el mundo y proponer el lugar de visita. ¿Qué te apetece? ¿Campo o ciudad? Si no lo tienes claro, aquí van algunas sugerencias para ayudarte a decidir o para que tengas varias opciones en otras excursiones.
El campo, el bosque, la montaña, el aire libre… Las mejores excursiones eran aquellas que exigían chándal e incluso una muda por si acaso. Nos íbamos a ensuciar y lo sabían… Una salida a algún paraje natural famoso puede ser una excelente ocasión para pasar un gran día con los tuyos: paseos, senderismo, visitar localizaciones geográficas curiosas ¡y comer al aire libre! Están los nacimientos de ríos, peñones, montes, bosques, lagos, reservas, parques naturales, antiguos poblados y asentamientos, playas… Una de mis actividades favoritas cuando salgo de excursión al aire libre es intentar reconocer e identificar especies de árboles, plantas, arbustos o flores de la zona, así como insectos o aves. Además, siempre es una ocasión ideal para practicar algunos de los juegos en grupo . Una buena combinación de relax, buena compañía, y ejercicio al aire libre. Nunca está de más reencontrarse con los placeres de nuestra infancia.
Si por el contrario prefieres realizar una excursión en la ciudad, la oferta también es bien amplia. ¡Ah! Y no creas que por estás en la ciudad te vas a librar de la mochila. Si vamos a realizar esta actividad en condiciones, lo propio es que lo hagamos con la mochila a cuestas y una rebequita por si refresca. No hace falta coger la cantimplora, pero la esencia del juego es recrear con la mayor fidelidad posible las experiencias de nuestra juventud. Así que salimos con ropa cómoda, el bocata, la merienda y la bebida de casa. ¡Nada de para a comer al McDonalds! Lo mejor es que hagáis una especie de planing del lugar o lugares que queráis visitar y os ciñáis a la ruta o terminaréis visitando tiendas… ¡Oye! Que si al final me vuelvo a casa con unos vaqueros nuevos, pues eso que me llevo. ¡Suvenir de la excursión!
Por otro lado y a ser posible, os recomiendo usar como transporte el autobús, tren, metro, etc. como hacíamos en las auténticas excursiones del colegio. Buscamos realismo, aventura, compañerismo. Los mejores lugares para visitar pueden ser desde el centro histórico, pasando por los barrios más típicos, mercados o monumentos. También podéis organizar una salida al teatro y ver alguna obra que os haga ilusión. Los museos siempre son una buena opción de entretenimiento y además podéis poner en práctica una de las performances de moda: haceros una fotografía de grupo intentando imitar la obra que estáis contemplando o sencillamente sacaros un selfie ingenioso. Por último, y para conciliar dos mundos, un lugar fantástico para ir de excursión sería el jardín botánico de vuestra ciudad. ¡Dos por uno, señores! Naturaleza en plena ciudad.
Beneficios de las excursiones para adultos
Ya no tenéis ninguna excusa para no disfrutar de un día de excursión con vuestros familiares o amigos. Hay montones de sitios para escoger y además, es una de las opciones más baratas de entretenimiento en grupo.
Los beneficios de estas excursiones o escapaditas en grupo son un valor añadido a la diversión implícita en la actividad. En primer lugar, romper con la rutina. El día a día puede machacarnos sobremanera con actividades aburridas, automáticas o que nos desgastan a todos los niveles. Una excursión de vez en cuando nos permitirá dejar de lado esa presión cotidiana y respirar nuevos aires para recargar las pilas.
En segundo lugar, tenemos la oportunidad de relacionarnos en otros espacios y situaciones con otras personas. Cuando pasamos tiempo con nuestra familia o amigos, generalmente lo hacemos siempre en los mismos lugares, y esto suele generar las mismas situaciones, con las mismas conversaciones. Sin embargo, cuando nos reunimos con las personas de siempre pero en ambientes muy diferentes de los habituales, se dan nuevas contextos que a su vez generan nuevas reacciones y conversaciones. Todo esto nos ayuda a conocer y comprender mejor nuestro entorno y nuestras relaciones.
Por último, estamos ayudando a mejorar nuestra salud tanto mental como física. El hecho de desarrollar una actividad placentera, en un ambiente diferente y con gente cordial aumenta nuestra sensación de confianza, seguridad y bienestar. Además, siempre es una buena ocasión para poder realizar actividades físicas y ejercicio al aire libre: desde un paseo, pasando por una carrera y hasta juegos en grupo.
Pues sí, las excursiones es uno de los grandes planazos! tan cerca como una casi quiera se pueden encontrar maravillas, que te dan la sensación que con un día, has estado semanas de vacaciones!
Ayer estuve con dos amigas y las tres estuvimos la mar de bien. Eso sí, yo queriendo impulsar los juegos en grupo con frisbee, y luego, juegos de mesa, pues al final nada de nada…vaya.
También, pasó otra cosa: nos entendimos mal, yo creyendo que ibamos ya con picnic en mochila, y ellas que comíamos fuera… bueno..!
Eso sí, nos vinimos muy arriba con el agua, los árboles, hierba y sus tonos, fotos y diversión con fondo de sol en su puesta! 🙂
Me ha encantado que resaltes tanto los beneficios, qué bien te lo sabes todo, desde lo instructivo a lo práctico! es perfecto! la verdad que a lo largo de la vida nos han llenado de inspiración, y lo que queda todavía!
bss, y que en estos días siguientes tengas un día bomba como los que nos sugieres! 🙂 escoge bien! !-)
¡Hola Josune! ¡Qué alegría volver a saber de ti, niña! Menudos planazos para estos días…
. Lo más importante es lo que te llevas a casa y recuerdas con más cariño: las amigas, la salida, las fotos, las risas… ¡Aprovecha cada segundo de tus días libres y vive a topeeeee! MUACKS!!
Es verdad, Eva! Cuánto las añoro!!! Sobretodo las de chandal y bocata sobaquillero ??… y cuando podíamos llevar el “walkman” ya era el no va más!!!!
De momento, me conformo con organizarlas yo para otros (léase fiesta de pijamas infantil o tarde de “cupcakes”/patines)… Eso si, en cuanto haga bueno, te hago caso y regresan las tardes de castillos de arena o cenitas en el parque!!!
Hola Cris!! Un de día de estos preparamos juntas una excursión de las de antes. La tarde de cupcakes y patines, espectacular. Pero lo mejor está por llegar, el veranito y las excursiones a la playa haciendo la croqueta…
Pues tienes toda la razón del mundo joyita, ¡no hay nada mejor que una buena excursión!
Y si al volver embarrado, tienes una chimenea, ya ni te cuento.
Besos.
Hola hechicero! Las excursiones son lo mejor para distraerse y pasar un buen día en compañía. ¡Y sí! Esos pequeños placeres que no cuestan dinero como venir hecho un oso y saber que te espera un baño calentito o una buena chimenea, es lo mejor de todo!
Un abrazo, tete.
Solo de leerte ya dan ganas de ponerse a preparar una excursión
Casualmente el fin de semana pasado hicimos una a un pueblo cercano y doy fe de que todo lo que has dicho es cierto. Salud, entretenimiento y cambio de aires por muy poco dinero, no se puede pedir más!
Un post lleno de ideas y vitalidad, Eva. Muchas gracias!
Un abrazo y feliz tarde.
Muchas gracias a ti, Julia, por leerlo. La verdad es que tienes muchísima razón: salud física y mental por muy poco dinero. Me alegro de que sigas manteniendo la sana costumbre de salir de excursión con los tuyos, niña.
Un abrazo y a seguir explorando!
¡Me encantan las excursiones! Ya me gustaban de niña, las del cole (como las que tu cuentas) sobre todo las que requerían chándal, licencia para mancharse asegurada.
Y ahora me siguen gustando, en especial las que hacemos en grupo todos los primos, este año queremos hacer un picnic, solo nos queda ponernos de acuerdo en la fecha que es lo más difícil porque somos un montón, todos con obligaciones propias.
Me ha encantado esta entrada, me ha traído buenos recuerdos. Besos, Eva
¡Qué alegría, Chari, saber que hay gente que no pierde las buenas costumbres! Me parece fantástico que tus primos y tú mantengáis las ganas de hacer excursiones como las de antes. Una forma muy saludable de seguir en contacto y de disfrutar de la naturaleza en compañía. ¡Enhorabuena, guapa!
Besos