Título
El libro de la selva
Desde la primera nota musical, El libro de la selva de Disney es una película que te atrapa y te transporta a un mundo antiguo, salvaje, primitivo y familiar, al mismo tiempo. La melodía inicial es el tema de la selva, presente a lo largo de todo el film y que no para de recordarnos la naturaleza misteriosa de un ambiente exótico, salvaje e inesperado. La calidez y el encanto del viejo dibujo animado hecho a mano, junto con la dulzura del doblaje latinoamericano, convierten El libro de la selva en mi película Disney favorita.
Un grito jamás escuchado irrumpe en la selva india: es el llanto de un cachorro humano. Está solo y parece ser el único superviviente de un naufragio en el río. Bagheera, una pantera buena y responsable, rescata a Mowgli de una muerte segura y lo lleva con una manada de lobos para que sea criado como uno más.
Cuando Mowgli crece, la manada decide que no es seguro que el niño permanezca con ellos, pues Shere Khan, un temible tigre, odia al ser humano y tratará de matarlo a él y a quienes lo protejan, antes de que crezca y se convierta en una amenaza para él.
Bagheera accede a hacerse cargo de Mowgli y acompañarlo hasta la aldea del hombre, donde estará a salvo. A Mowgli no le agrada la idea de abandonar la selva, su único hogar, y hará todo lo posible por quedarse. Para ello intentará adaptarse al estilo de vida de diferentes personajes de la jungla, como la marcial manada de elefantes, el bueno y hedonista Baloo, el loco rey Louie e incluso una bandada de buitres.
Este es la sinopsis de una de las películas de Disney más celebradas de toda la historia de la animación. Basada en la obra homónima de Rudyard Kipling, esta película de 1967 es una adaptación libre de las historias recopiladas y publicadas en el libro original de 1894. Sin duda, la historia del niño salvaje es sensacional: un niño que se cría entre lobos, crece en el ambiente hostil de la jungla salvaje y además, rodeado de animales no siempre afables. Todo ello nos recuerda también a la posterior novela de Tarzán (1912), otro niño salvaje que crece en la jungla africana, en su caso criado por simios. Pero Disney no cuenta la historia de cómo se cría Mowgli, sino que se centra en relatar cómo el niño realiza un viaje real y espiritual hacia la madurez. El cachorro humano dejará poco a poco de ser un niño indefenso y aprenderá gracias a Bagheera y Baloo a valerse por sí mismo, a través de la jungla y de camino a la aldea del hombre.
El libro de la selva de Rudyard Kipling
Más cercano a las fábulas con moraleja que a la novela de aventuras, los relatos de Kipling recopilan no solo la leyenda de Mowgli, sino también las historias de diferentes animales con sus propias aventuras. De hecho, la vida de Mowgli ocupa la mitad de El libro de la selva (los ocho primeros capítulos).
La leyenda del niño salvaje se desarrolla en la novela de manera diferente a la de Disney. Si bien ambas historias se basan en los mismos fundamentos del niño que se cría en la selva y acaba volviendo a la aldea del hombre, observamos importantes diferencias en el desarrollo de las historias y de los personajes. Mientras la novela muestra una fábula poco infantil y en donde se hace más hincapié en la supremacía humana sobre la naturaleza, la película se inclina por una visión más universal, basada en el desarrollo y evolución de un niño que pasa de la niñez a la madurez a través de un viaje de crecimiento y autoconocimiento.
Como la película de Disney iba dirigida principalmente al público infantil, la factoría de ficción decidió cambiar u omitir determinados pasajes de las narraciones originales, ya que ellos habrían resultado algo inapropiados o traumáticos. Sea como fuere y sin desmerecer en absoluto a R. Kipling, Disney decidió desligarse de la historia original adaptando libremente el argumento para lograr así una leyenda atemporal que siempre querremos volver a admirar.
La música es lo más vital
¡No hay color! Para mí, El libro de la selva es la mejor película musical de Disney, con diferencia. Nada puede igualar a las sensacionales melodías que ha dejado para la historia esta magnífica cinta. Desde el tema de la jungla, pasando por la marcha militar y hasta llegar al más puro y genuino sonido del jazz, la música se convierte en un eje temático fundamental de la narración.
La jungla tiene su propio tema, así como cada personaje o estilo de vida. ¿Quién no conoce la famosa canción Lo más vital de Baloo, o la hilarante Quiero ser como tú del rey Luoie? ¡Es imposible escucharlas sin ponerse a cantar y bailar! Incluso la marcha militar del elefante coronel Hatie se hizo muy popular en España tras convertirse en el tema para una campaña publicitaria del plátano de Canarias. Mi infancia está estrechamente ligada a estas maravillosas melodías que aún hoy me hacen bailar.
Es lógico que se escogiera una marcha militar para representar el estilo de vida de la manada de elefantes, pues es un coronel, el coronel Hatie, quien lidera el escuadrón y hace que todos sus miembros desfilen por la jungla y se comporten como auténticos soldados, incluyendo su esposa y su hijo. Mowgli enseguida entablará amistad con el pequeño elefante que trata de enseñarle cómo ser un buen militar: solo debe hacer lo que mande el coronel, o sea, su papá. Nos encontramos aquí con el primer estilo de vida al que Mowgli intentará adaptarse para poder sobrevivir y quedarse en la selva. Pronto descubre que aquella disciplina no es para él, pues no es un elefante y es rechazado por el coronel.
La siguiente canción que aparece y nos atrapa es Lo más vital, a ritmo de jazz, interpretada por el oso Baloo. Mowgli queda inmediatamente cautivado por su mensaje hedonista y despreocupado, ideal para la mentalidad de un niño, pues le anima a vivir plenamente y haciendo el mínimo esfuerzo: busca lo más vital, para sobrevivir y olvídate de la preocupación. Lo más vital fue el equivalente a la moderna Hakuna Matata del Rey León. ¿Qué os creíais? Timón y Pumba no inventaron nada nuevo… A pesar de la negativa de Bagheera que insiste en llevar al niño a la aldea del hombre, Baloo acoge al chico para educarlo y criarlo en la selva.
Cuando Mowgli es secuestrado por los secuaces del rey Louie, un loco orangután que ansía conocer el secreto del fuego que fabrican los humanos, Baloo toma consciencia del peligro que supone para el chico permanecer en la jungla y acepta llevarlo a la aldea junto con Bagheera. Durante la aventura en las ruinas del templo donde habita el rey y su corte, asistimos a uno de los números musicales más divertidos y disparatados del cine. Quiero ser como tú es la canción de jazz en donde el rey intenta sonsacar a Mowgli el secreto del fuego, para poder convertirse también en la especie dominante. Por supuesto, Mowgli es un niño y no tiene la más mínima idea de cómo lograrlo, lo cual provoca la ira del orangután y la caída de su propio templo, ya en ruinas, cuando Bagheera y Baloo rescatan al muchacho.
Otra simpática melodía es la que cantan los aburridos y solitarios buitres con los que Mowgli se encuentra al escaparse de la tutela de Bagheera y Baloo. El chico está enfadado porque ambos están de acuerdo en llevarlo a la aldea y él quiere permanecer en la jungla. Los buitres le cantan a coro y le enseñan el valor de la amistad.
La última melodía que aparece en la película es la que canta Shanti, una niña de la edad de Mowgli que está recogiendo agua del río con un cántaro para llevarla a casa, en la aldea. Como un canto de sirena, Mowgli es atraído por la niña y decide quedarse con ella, para alegría de Bagheera y Baloo, que ven su misión cumplida.
De la mano de una pantera y un oso

El viaje de Mowgli a través de la selva no solo es una travesía hacia la aldea del hombre, sino que una metáfora del recorrido que todo ser humano debe hacer para dejar de lado la infancia y convertirse en un adulto. Como ya lo hiciera Alicia en el país de las maravillas, o Chihiro en su prodigioso viaje, observamos en este relato la ancestral marcha que convertirá al niño en adulto. Mowgli terminará dejando atrás todos aquellos atributos propios de la niñez como el candor o la irracionalidad, para ir adquiriendo cualidades adultas como la responsabilidad, el valor de la amistad y la supervivencia.
La pantera Bagheera es, desde el inicio, el espíritu guía y protector de Mowgli. Lo salvó de la selva cuando estaba solo, lo vigiló mientras era educado por la manada de lobos y se comprometió a llevarlo sano y salvo a la aldea del hombre cuando creció. Aunque Mowgli ve a Bagheera como una figura fastidiosa y extremadamente responsable por su empeño por llevarlo a la aldea, en verdad sabe que es su más fiel amigo y lo protegerá con su vida pase lo que pase. Bagheera representa la parte más impopular de la paternidad, aquella que nos inculca la responsabilidad por encima de todo, hacer lo que es debido, a pesar de lo aburrido o molesto que nos pueda resultar. De ahí que Mowgli tienda siempre a estar disconforme con las opiniones y decisiones de la sabia pantera que, en el fondo, lo único que quiere es proteger al niño.
Baloo es el personaje que complementa la rigidez de carácter de Bagheera. Se trata de un oso epicúreo y mundano que vive la vida sin más preocupación que conseguir aquello necesario para sobrevivir. Mowgli queda fascinado ante la filosofía vital de Baloo y decide quedarse con él, cosa que Bagheera intentará impedir. Tanto la pantera como el oso aman a Mowgli y al final se unirán y harán lo que sea mejor para él, aunque Mowgli se lo tome a mal. Baloo representa la parte más divertida y feliz de la infancia, la despreocupación por la gravedad de las cosas, la exención de responsabilidad ante la vida y mantener la ley del mínimo esfuerzo para sobrevivir. Poco a poco, Mowgli deberá comprender que esta forma de vida no es segura, y así lo demuestra su secuestro y posterior amenaza de la serpiente Kaa y el tigre Sheere Khan.
Es por ello que solo cuando Bagheera y Baloo se ponen de acuerdo y unen esfuerzos por ayudar a Mowgli consiguen en verdad su objetivo: salvar al muchacho.
Pero, ¿cómo convencen a Mowgli para que se quede en la aldea del hombre? En verdad, la decisión de quedarse siempre fue de Mowgli, independientemente de lo que Bagheera y Baloo desearan. No son los buenos consejos de sus amigos y protectores los que persuaden al niño, sino el atractivo de la joven muchacha de la aldea. Al verla, Mowgli queda prendado de ella y la sigue, despidiéndose así de Bagheera y Baloo.
El viaje finaliza aquí, cuando Mowgli comprende, a través de sus impulsos naturales, cuál es su lugar en el mundo, madurando y dejando atrás una etapa de su vida que jamás olvidará por estar llena de amor, ternura y valores: amor por la naturaleza, la amistad, la importancia de la responsabilidad y el valor de la solidaridad. Por todo ello, El libro de la selva es una película inmortal, un clásico perfecto para ver en compañía de los más pequeños.
Ainsss Eva… el libro, la selva. Lo que más me gustó y recuerdo de la película (que estoy deseando ver la que han anunciado en el cine) es a Mowgli encima de la tripa de Baloo navegando por el río, y también paseando encima de la pantera… esa sensación de paz, de seguridad, de ternura, de compañía.
Me ha encantado tu libro de la selva.
¡Ay mi Kikeeee! Si es que somos almas gemelillas, jejejeje. A mí también me encanta ese momento entre Baloo y Mowgli y por supuesto que estoy deseandito de ver la nueva versión de Disney. La estrenan este mes de abril, si no me equivoco. Además, los dobladores de los personajes son de lujo: Ben Kingsley, Bill Murray, Scarlett Johanson, Idris Elba, Lupita Nyong’o, Christopher Walken…
Muchas gracias por comentario, Kike, y recuerda: “Busca lo más vital no más, lo que h s de precisar no más y olvídate de la preocupación…”
Besos
Me encantó la reseña que haces del Libro de la Selva, me has transportado a cada uno de esos momento de la niñez en que vi la película.
Me gusta la segunda mirada que le das a las obras infantiles.
Gracias Eva, Besos.
¡Hola, José Carrasco! ¡Qué alegría que te haya gustado la reseña! Pues si te ha gustado El libro de la selva, te invito a que conozcas las “revisiones” que hago sobre otros cuentos clásicos.
Un abrazo fuerte, eres bienvenido cuando quieras
El Libro de la selva siempre me ha encantado. De hecho, me aprendí la letra de las canciones en su día primero en español y luego en inglés. Y todavía utilizo la Marcha de los elefantes de vez en cuando (es una forma divertida de mantener “orden”
. Me ha encantado tu análisis de los personajes: la dicotomía entre los tipos de “educadores” y el viaje espiritual.
A mí también me gustaespecialmente Los aristogatos y sus “todos quieren ser gato jazz” ?. Ah! Y, como tu ya sabes: Mary Poppins (también me sé las canciones de memoria)
¡Solo Mary Poppins conocería las mejores canciones! Mi madre también me cantaba la canción de los elefantes para desfilar hacia la cama o la bañera, jajajajjaaja. Los aristogatos los tengo pendientes!
Un abrazo muy fuerte de Bagheera, rebonica!
¡Hola Eva! No recuerdo la película , si bien con tu maravillosa reseña, te aseguro que me plantearé de verla. Por lo que cuantas con tan claros mensajes de civilización y amor, el pequeño Mowgli encuentra su madurez física y espiritual al lado de los seres de la jungla. Sería fantástico que todos pudiésemos ser conscientes de la importancia de los animales, y de que ellos, evolucionan en su hábitat como en el ser humano en el suyo.
Altamente recomendada para todos los públicos, y mis felicitaciones sinceras a éste trabajo tuyo tan bien elaborado.
¡Un fuerte abrazo, Eva!
¡Gracias por tu comentario, Mila! Yo no lo habría expresado mejor: tomar consciencia de la importancia de los animales que se desarrollan en su propio hábitat, como nosotros en el nuestro. Espero que vuelvas a disfrutar de esta maravillosa película, amiga.
¡Besos, guapetona!
Esta película me recuerda los primeros años de vida de mi hija. La veía sin parar. Se mimetizó tanto con los personajes que cuando íbamos al zoológico llamaba “Baloo” a todos los osos. La música es preciosa, ese rey Lui queriendo ser como un humano encierra mucho mensaje.
Como fábula prefiero la versión original de R. Kipling pero la película es una auténtica gozada.
Gracias por tan completo análisis.
Un abrazo
¡Hola Kirke! ¡Qué me vas a contar! Estoy ligada a esta película y a sus maravillosos personajes desde que nací. La música es sin duda la razón por la que la prefiero al libro. Sin embargo, del libro me quedo con su bellísima poesía para describir el mágico mundo de la selva.
Muchísimas gracias por dejar tu huella en La Ciudad Esmeralda, Kirke. Un abrazo muy fuerte.
¡¡Me encanta esta película!! Creo, como tú, que es la mejor película musical de Disney. Las canciones me las se de memoria, y los niños de las nuevas generaciones las siguen disfrutando, porque son divertidas, pegadizas, llenas de ritmo y alegría.
Me ha encantado cómo describes a los personajes, el reparto de roles. A la pobre Bagheera le tocó hacer de “el padre responsable” y a Baloo “el padre guay”, pero se ponen de acuerdo cuando ven que lo mejor para Mowgli es estar en la aldea. Creo que actúan del mejor modo posible para conseguir el bienestar del niño, y eso les convierte (desde mi punto de vista) en unos padres geniales.
Un beso enorme, Eva, me ha encantado tu entrada
¡Estoy más feliz que un regaliz, Chari! Me alegro mucho de que compartamos nuestro amor por esta sensacional película. La verdad es que Bagheera y Baloo forman un equipo genial (¡y del mismo sexo!).

Muchas gracias por tu visita y por tu maravilloso comentario, guapetona.
El libro de la selva fue una serie de Disney de las mas bonitas que he visto, tanto en personajes , colorido , música. Los niños y no tan niños es esa etapa que echaban en televisión estas serie disfrutábamos de ellas. Mi hijo mayor ni se movía viendo las series. Un abrazo
Me alegro de que hayas disfrutado tanto la historia de Mogli junto con tu familia. La verdad es que es una de esas narraciones mágicas, que no te cansas de ver. Un abrazo, Mamen!
Una maravillosa “reseña” de la película, Eva. Yo, que no soy muy de dibujos animados y que no he visto demasiadas pelis de Disney, he quedado cautivada por tu forma de presentar esta historia que conocía a grandes rasgos. Sin duda has sabido contagiarme tu pasión y admiración. ¡Gracias!
Un beso.
Muchísimas gracias por tus palabras, Julia. La verdad es que me siento orgullosa al leerte, teniendo en cuenta que los dibujos animados no son lo tuyo
.
Espero que puedas visionar esta película y disfrutarla tanto como yo.
Un besazo, guapa.