Título
El cocodrilo y el diamante
Érase una vez un cocodrilo que nadaba por las tranquilas aguas de un gran río. Quiso un día la fortuna que encontrara en su camino un diamante colosal oculto en el puño de un hombre ahogado. El cocodrilo se llevó el diamante entre sus dientes y nadó hacia la orilla.
Un caminante que pasaba por allí vio al cocodrilo con su brillante tesoro entre sus dientes e intentó arrebatárselo. Al comprobar que el animal se resistía, el caminante decidió negociar con él y le habló así:
- Mi buen amigo cocodrilo, ¿para qué quieres un diamante tan grande? ¿Acaso piensas comértelo? Entrégamelo, que yo sabré sacar buen provecho de él.
El cocodrilo abrió sus temibles fauces dejando al descubierto el magnífico diamante. El hombre alargó su extremidad para cogerlo. Cuando tuvo el diamante en su puño, el cocodrilo cerró súbitamente la boca y se comió al caminante.
Nadie mide mejor el provecho de las cosas que uno mismo.
Nadie mide mejor el provecho de las cosas que uno mismo.
Eva Mercader
Bebiendo un perro en el Nilo, al mismo tiempo corría….este hombre no conocía la fábula de Samaniego, de lo contrario no se hubiera parado ni a negociar…seguro que el cocodrilo era de Catarroja…mira que son eh…mira que son.
Ay, Angeru! Jajajajajaja. De Catarroja, fijo! Mi infancia son las fábulas de Esopo, Samaniego, Lafontaine… Una enamorada de las historias con animales!
Besos, chato!
Hola Eva, me preguntó para que querría comerse el cocodrilo un hombre entero, que tío.
Ambos buscando “su tesoro”. De todas maneras, entre tú y yo, el caminante podría haber negociado mejor. Un beso!
Jajajajajaja. Hola Quique! A ti me hubiera gustado ver negociando con el cocodrilo, fiera! Un abrazo muy grande, my friend!
“Quiso un día la fortuna…” jejeje, me encanta esta frase con su continuación!
Y es un tanto surrealista, está super bien darle un toque personificado a los animales de esta manera! Desde luego, q no un diamante, pero los animales tbn tienen sus preferencias! como todo ser!
bss, y me alegra leerte de nuevo, Eva!! feliz año!!
Hola mi querida Josune! Feliz año para ti también!
Me alegra que te haya gustado la historia. Cada cual tiene sus preferencias, amiga, esa es la única verdad. Un abrazo fuerte.
Una fabula interesante, tenia que haber sido mas precavido . Un saludo
Muchísimas gracias por tu comentario, Mamen. Más precabido, esa es la palabra. Nunca sabes cuando vas a encontrarte con la horma de tu zapato. Besos
Un cuento estupendo, y con una “moraleja” que encierra mucha sabiduría. Lástima que al pobre caminante no le quede vida ya para aprender la lección .
Un beso enorme, Eva
Muchas gracias por tu comentario, Chari. El caminante poco puede hacer ya, pero alguien quedará como testigo para contarlo…
Besos, guapa!
¡Hermosa fábula! Un abrazo
Muchísimas gracias, José Ángel. Un abrazo fuerte, amigo.